Modelo Incremental
El Modelo Incremental combina elementos del MLS con la filosofía interactiva de construcción de prototipos.
En una visión genérica, el proceso se divide en 4 partes: Análisis, Diseño, Código y Prueba. Sin embargo, para la producción del Software, se usa el principio de trabajo en cadena o “Pipeline”, utilizado en muchas otras formas de programación. Con esto se mantiene al cliente en constante contacto con los resultados obtenidos en cada incremento.
Es el mismo cliente el que incluye o desecha elementos al final de cada incremento a fin de que el software se adapte mejor a sus necesidades reales. El proceso se repite hasta que se elabore el producto completo.
El Modelo Incremental se puede ver aquí en forma grafica:
- Se evitan proyectos largos y se entrega algo de valor a los usuarios con cierta frecuencia.
- El usuario se involucra más.
- Difícil de evaluar el coste total.
- Difícil de aplicar a los sistemas transaccionales que tienden a ser integrados y a operar como un todo.
- Requiere gestores experimentados.
- Los errores en los requisitos se detectan tarde.
- El resultado puede ser muy positivo.
Modelo de Desarrollo Concurrente
software
Este método se utiliza a menudo como el paradigma de desarrollo cliente/servidor. Cuando se aplica cliente/servidor, el modelo de proceso concurrente define actividades en dos dimensiones: de sistemas y de componentes. Los aspectos del nivel de sistemas se afrontan mediante tres actividades: diseño, ensamblaje y uso.
La dimensión de componentes se afronta con las actividades de diseño y realización.
En realidad, el modelo de proceso concurrente es aplicable a todo tipo de desarrollo de
software y proporciona una imagen exacta del estado actual de un proyecto.
Modelo en Espiral
El modelo en espiral fue desarrollado por Boehm, quien lo describe así:
El modelo de desarrollo en espiral es un generador de modelo de proceso guiado por el riesgo que se emplea para conducir sistemas intensivos de ingeniería de software concurrente y a la vez con muchos usuarios.
Se caracteriza principalmente por:
Ø Un enfoque cíclico para el crecimiento incremental del grado de definición e implementación de un sistema, mientras que disminuye su grado de riesgo.
Ø Un conjunto de puntos de fijación para asegurar el compromiso del usuario con soluciones de sistema que sean factibles y mutuamente satisfactorias.
El modelo espiral captura algunos principios básicos:
· Decidir qué problema se quiere resolver antes de viajar a resolverlo.
· Examinar tus múltiples alternativas de acción y elegir una de las más convenientes.
· Evaluar qué tienes hecho y qué tienes que haber aprendido después de hacer algo.
· No ser tan ingenuo para pensar que el sistema que estás construyendo será "EL" sistema que el cliente necesita, y
· Conocer (comprender) los niveles de riesgo, que tendrás que tolerar.
El modelo espiral no es una alternativa del modelo cascada, ellos son completamente compatibles.